Jorge Cella, Microsoft: Incorporar habilidades digitales es la llave para reinsertarse en el mercado laboral

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Jorge Cella es el director regional de Filantropía de Microsoft. Lidera los programas de capacitación en habilidades digitales para personas vulnerables, que se quedaron sin empleo o que necesitan una urgente reconversión para seguir activos. Está totalmente convencido –y en cualquier charla queda en evidencia- de que la salida de la crisis de la Argentina pasa porque las personas incorporar estas herramientas porque es la manera de reinsertarse en el mercado laboral y porque ser programador es el perfil más buscado en el país y en el mundo en Linkedin, la plataforma de la compañía. En este diálogo profundiza sobre las carreras y los trabajos del presente y del futuro y deja en claro que el camino para salir es la educación.

-¿Én qué consiste el trabajo de Microsoft orientado a habilidades digitales?

-Desde hace dos años desde el area de filantropía hemos ido con el objetivo de entrenar a personas en vulnerabilidad en habilidades digitales porque estabamos viviendo una transformación importante en el mundo que producía dos tendencias: la destrucción de muchos trabajos y la aparición de muchas oportunidades como pasó en otras revoluciones. Lo que pasó el año pasado es que este cambio explotó, como lo que sucedió en educación que ocurrió en 2020 lo que esperábamos para 5 o 10 años y esto pasó en las ONG, en el sector privado, en gobierno. Y más allá de los efectos de la pandemia estas consecuencias se juntaron.

-¿Esto se vincula con los trabajos más demandados en la actualidad?

-Cuando miramos los roles más buscados en Linkedin vemos que el primero es y será por muchos más es el desarrollador de software. Hay 15 millones de trabajos ofrecios en Linkedin en el mundo. De esto se viene hablando desde hace años. Necesitamos gente que construya mucha tecnología. Es una oportunidad y un desafío enormes. Una cosa es aprender a programar, trabajar de programador es otra cosa, hay niveles diferentes. Desarrollador web es básico y programar en C es más especializado. Y si alguien quiere se desarrollador tiene que ir a la universidad y estudiar la carrera de ingeniería. Si a las personas les tengo que decir qué estudiar es desarrollador de software.

-¿Qué otros perfiles se buscan?

-El segundo rol más requerido es el de vendedor. Hay más de 8 millones de puestos de trabajo que se buscan en la plataforma en todo el mundo. No necesariamente lo hago desde un lugar sino desde donde estoy, como el trabajo de televentas. En tercer lugar se encuentra el administrador de proyectos. Hay 10 roles definidos que son los más requeridos en el mundo. En los países las tendencias son más o menos similares, en la región, en la Argentina. Y no sorprenden. Cuando lanzamos la iniciativa definimos antes que nada que las personas necesitan aprender a trabajar con la tecnología porque la mayoría de las personas saben usar la tecnología -un smart, una computadora, una tablet- pero lo hacen en general  como dispositivo de entretenimiento, se comunican, son usuarios. Pero eso no es trabajar con la tecnología, y el paso de ser consumidor a productor es importante para ver cómo alcanzar habilidades más requeridas.

-¿Es posible que los expulsados del mercado laboral se reinserten con habilidades tecnológicas?

-El problema en América latina, y en la Argentina, es que hay una base grande de gente que no sabe trabajar con la tecnología y una base más grande de desempleados que no sabe trabajar con la tecnología. Necesitamos que aprendan a hacerlo. El mozo que se quedó sin trabajo tiene un montón de habilidades imporantes, su memoria, sabe atender a la gente, pero lo más seguro es que su oportunidad más grande sea de trabajar de vendedor on line o ser un buen programador potencial. Y nos hemos encontrado con este potencial por todos lados. Porque si le doy un curso por Linkedin pero esa persona no tiene las habilidades digitales avanzadas lo más seguro es que fracase.

-¿En qué consiste el programa con la ciudad de Buenos Aires y con La Nación?

-En ambos casos las capacitaciones tienen como objetivo cómo hacemos para que la gente aprenda a trabajar con la tecnología. Prevé alcanzar a 10.000 personas en la Ciudad de Buenos Aires y más de 200.000 en la Nación para llegar a más de 1 millón de personas en cinco años. Es lo que necesita la Argentina para su recuperación económica. Necesitamos que cientos de miles de personas acrecienten la base de la pirámide del conocimiento. Porque si siempre vamos arriba, a enseñar inteligencia artificial ( IA), estamos yendo a la cima, a un segmento pequeño. Pero tenemos que ir a la base de la pirámeide, primero porque hay muchas personas que se quedaron sin trabajo.

-¿Qué obstáculos aparecen en estos entrenamientos en habilidades digitales?

-Este entrenamiento tiene una parte técnica y dos objetivos fundamentales: demostrarle a la gente que puede hacerlo, que aprenda a ser autodidacta. Para las personas en vulnerabilidad el principal bloqueo tiene que ver con su autoestima, creen que no tienen la capacidad, que no es para ellos y es lo primero que hay que quebrar, porque además está enmarcado en un entorno negativo. Una vez que logramos crear eso, el 50% del trabajo está hecho porque a partir de esto podemos empezar a construir, esa persona empieza a construir. El segundo punto es enseñarle a la gente a ser autodidacta. No es fácil, tener la disciplina, la motivación. Por eso creamos la figura de un mentor que acompaña a transitar por este primer curso y enseñarle lo más básico. Ayudamos a que las personas crean en sí mismas, a que vean que pueden hacerlo y luego tenemos un montón de herramientas para que pueda hacerlo. El primer objetivo es la empleabilidad. De eso se tratan esos acuerdos. Ofrecemos los cursos en nuestras plataformas principales. En Linkedin tenemos el área de Linkedin learning más la plataforma MSN learning que tiene cursos gratis de tecnología.

-¿Programar se debe enseñar en las escuelas?

-Sí. Por eso lanzamos junto con la UNESCO en América latina una propuesta para que se modifique la currícola escolar, que tiene que ver con ciudadanía digital, con estas habilidades de pensamiento crítico, seguridad, privacidad, capacidad de autoaprendizaje, ser autodidacta, aprender por sí mismo, habilidades vinculadas con la creatividad. Si la gente en América latina y en la Argentina terminara el secundario y tuviese esas habilidades se podría estar más avanzado porque sabría cómo usar una computadora para el trabajo.

-Enseñar a programar desde la primaria entonces

-Desde la primaria, sí. En Estados Unidos y en los países de Europa se está estudiando programación, en verdad es pensamiento computacional, lo mismo que en Singapur, Japón, Corea del sur. El tema es que nos están sacando años de ventaja, sumado a la experiencia. Una persona que trabaja hace 10 años en una fábrica y se queda sin empleo, ¿qué habilidades tiene? No tiene nada que ver con el que pasó por la misma situación en Alemania. La base sobre la que empezamos a reentrenar en la Argentina es mucho más bajo que en los países centrales. Y el principal problema es no entender esto.

-¿Es posible pensar que pueden haber cambios en el sistema educativo?

-Esto va a ocurrir. Si no hubiese ocurrido la pandemia la educación hubiese seguido igual por cinco o 10 años más. Ocurrió esto y los colegios, los maestros, los alumnos y los padres tuvieron que adecuarse aún cuando no pasó en todos lados. Cuando esto sucede a la fuerza no sucede de la mejor manera porque hubo que hacerlo de modo apresurado. Otro riesgo altísimo es que América latina es una región que tiene nivel de automatización bajísimo. El país con más robots es Corea de Sur. Tiene más de 500 robots por trabajador, América latina tiene 10 o 15 por trabajador. Esto va a llegar de manera abrupta y si no se actúa esas personas se van a quedar sin trabajo. Corea del Sur tiene uno de los indices más bajos de desempleo del mundo. Pero su modelo educativo, si bien es exageradamente exigente, prepara a las personas para este mundo.

-¿Cuánta gente se capacitó hasta ahora?

Desde que empezams la iniciativa en junio del año pasado hicieron el curso más de 200.000 personas en la Argentina, solas y comenzaron. Y luego logramos firmar los acuerso para llegar a otras 200.000 personas por año. Si logramos que esto empiece a funcionar le vamos a cambiar la vida a muchas personas.

-¿Les garantizan trabajo?

-No es responsable prometer un trabajo después de terminar el curso. Pero sí estamos seguros de que las chances de conseguirlo crecen y son más altos. Los cursos son super prácticos, les enseñamos cosas que van a aprender en el trabajo. ¿ Alcanza con el curso? No. Lo único que alcanza es que lleguen a la universidad y hagan una carrera.

-¿Es posible saber qué trabajos se van a demandar dentro de cinco y dentro de 10 años?

-No tengo la menor idea. Porque vivimos un momento de transformación. Cuando Gutenberg acababa de inventar la imprenta, nadie sabe leer ni escribir porque no era necesario. En ese momento nadie podría preverlo, ahora tampoco. Pero en ese momento sí un montón de personas decían que no sabían qué trabajo habría en el futuro aunque sabían que iban a tener que aprender a leer y escribir, que lleva un esfuerzo muy grande. De acá a cinco años no sé, y a 10 años menos. Saber programar será importante aún cuando no trabajes de eso porque permite entender cómo funciona la tecnología, es muy creativo; la IA está muy relacionada con la matemática y la estadística. Hay que estudiar estadística porque la IA es estadística con anabólico, matemáticas siempre va a ser imporatne. Para moverme en el mundo actual, el pensamiento crítico es clave porque donde busco distintas fuentes, cuestiono y demás las noticias falsas pasan de largo, nadie tendría que estar atajándolas si la gente atiende a su pensamiento crítico. El trabajo de desarrollo de software va a seguir siendo el número 1 de acá a cinco años y la clave son los programadores de todo nivel, luego seguro análisis de datos, IA, redes, mantenimiento, bases de datos, seguridad informática que es el más complejo porque hay que saber todo lo anterior.

-Así como 30 años atrás el primer trabajo era en un McDonald´s, ¿el primer trabajo de esta era será como programador?

-Hoy todo indica que sí. Lo aprendés y trabajás en un taller. Con Mc Donalds tenemos un proyecto para que los chicos que pasen por ahí adquieran otras habilidades porque de ahí se llevan un montón de cosas pero el punto es que tengan habilidades digitales. La necesidad de programadores es tan grande que sí y que a partir de ahí esa persona siga trabajando. La edad promedio en Uruguay de los que toman el curso es de 38 años. Si a partir de esto una persona encuentra empleo junior, de programación y va avanzando, es maravilloso. Si luego arranca una carrea universitaria es el sueño total. Si las personas tienen un trabajo digno y pueden ayudar a su familia a través de estas oportunidades estamos satisfechos. Queremos que la gente tenga empleo. Y si esto sale de la educación formal, mejor.

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Soy licenciada en Comunicación Social, egresada de la Universidad Nacional de Cuyo. Estoy especializada en telecomunicaciones, tecnología y economía digital. Mis conocimientos sobre la industria vitivinícola vienen por defecto. En la secundaria me hacía machetes en Braille.