Todavía es un misterio. Nadie sabe a ciencia cierta cómo apareció la botella de vino Malbec en el Call of Duty. Lo que sí está claro es que fue una movida de márketing fenomenal: para el vino, para los vinos de Mendoza, para el Malbec, para la agencia digital The Juju, y para la vinería Anfibio. Los dos últimos se unieron para crear un vino en base a algo surgido en el mundo virtual.
Tal como surgió hace unos días atrás, este fue el escenario que dio lugar a Wine of Duty, el primer vino nacido de un videojuego. Un vino que proviene de viñedos de Luján de Cuyo y, por ahora, se elabora en partidas limitadas. 100 botellas para lanzarlo, y otras 100 que están en este mismo momento en proceso de elaboración y que saldrán en breve al mercado. Es decir, partidas limitadísimas para agitar ventas.
La botella de Malbec apareció en la versión Call of Duty Modern Warfare – Picadilly- en 2019. El videojuego invitaba a ingresar a una bodega, donde estaba la bodega que rezaba: Malbec – Reserva de Familia – Vino de la vendimia – Mendoza. Nadie sabe por qué aparecieron estos datos precisos: Mendoza es el principal productor de Malbec de la Argentina y del mundo; concentra el 85% de la producción nacional y es la cepa insignia del país , la locomotora que tracciona las ventas cuando hay que abrir un mercado o expandir uno ya habilitado.
El Malbec representa casi el 20% del total de variedades implantadas en la Argentina, con casi 43.000 hectáreas, de acuerdo a datos del Observatorio Vitivinícola Argentino, sobre un total de unas 215.000 hectáreas implantadas de vid en las 17 provincias vitivinícolas existentes en el país.
Todo esto parece haber sido suficiente excusa para que el Malbec apareciera en el Call of Duty. ¿Pero quién lo “guardó” en esa bodega virtual? No se sabe, aunque una de las especulaciones es que, entre el grupo de desarrolladores del videojuego, hay un argentino que hizo esta jugada magistral y que, magistralmente, tomaron los creativos de The Juju junto con Anfibio Vinería.
Sobre esta historia surgió el Wine of Duty. Cuando los creativos de The Juju que juegan al Call of Duty encontraron la “botella”, se pusieron a trabajar con su cliente, Anfibio Vinería, para sacarle provecho a esa curiosa y atractiva situación que se daba en el juego. Así, The Juju desarrolló la marca y Anfibio, cuyos dueños cuentan con experiencia en el rubro gastronómico y contactos en el mundo de la vitivinicultura, se dedicó a producir un vino, el Wine of Duty.
Aseguran desde la agencia que, cuando lo vieron, los argentinos fanáticos del juego se volvieron locos y llenaron de comentarios de orgullo las redes sociales y los foros de Reddit.
El Wine of Duty, que se consigue en Anfibio Vinería, aunque en partidas limitadas, permitió, además, acercar a más gente a este espacio de Palermo, en el que se pueden degustar variados vinos de etiquetas poco convencionales, tal su atractivo.
Y aquí radica la fuerza de la movida: se habló de vino desde un lugar nuevo, diferente, que convoca a públicos más jóvenes, y a los que se interpela desde un espacio de interés para esas audiencias. Es lo que, en definitiva, debe encarar la industria del vino para volver a fortalecer al mercado interno y hacer crecer el consumo per capita que se mantiene en torno a los 20 litros en los últimos cuatro años, después de una caída sostenida desde hace dos décadas.
«Cada vez existen menos barreras entre el mundo virtual y el real. Es por eso, que decidimos aprovechar una conversación que se generó orgánicamente en la comunidad gamer, para llevarla más allá trayendo un elemento del mundo virtual al real», comentaron Nicolás Zarlenga y Federico Plaza Montero, CCOs & Partner de The Juju. Definitivamente, parte de las estrategias comerciales para alcanzar a los nuevos públicos debe venir por ahí.