De Mendoza al mundo, cómo la tecnología ayuda a producir mejor en los viñedos y reducir la huella hídrica

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La historia comenzó con una charla con la gente de Salentein. Necesitaban optimizar el tema del riego. Ya se sabe. En Mendoza, y en gran parte de la zona andina más desértica, el manejo del agua es una de las cuestiones más críticas, para los cultivos, y para las personas. Pero acá nos referiremos a la producción vitivinícola. Y a cómo ya se plantean las prácticas sustentables como parte de una estrategia de valor.

Fue así que los responsables de Edrans comenzaron a caminar los viñedos que esta bodega tiene en el Valle de Uco, para comprender, junto con sus ingenieros agrónomos y sus enólogos, cada una de las cuestiones a resolver en relación con el agua y con los desafíos que planteaban el cuidado de esas vides, pues de ellas depende la calidad de los futuros vinos.

Después de dos años, fue posible aplicar la solución MetZoo a la gestión de los viñedos. Se trata de una solución que combina hardware diseñado específicamente para el agro y el monitoreo inteligente de cultivos y que, ahora, sumaba la experiencia en el sector vitivinícola. Salentein y Doña Paula se convirtieron en las dos bodegas del Valle de Uco que implementaron esta solución.

¿De qué se trata? Pablo Poza, consultor de desarrollo de negocios de Edrans explicó que “nosotros no tenemos el conocimiento de la industria, sino el know how técnico, por eso comenzamos a caminar los viñedos con ellos, a fin de desarrollar la solución de manera conjunta. Pese a ser partners de Amazon Web Services (AWS) había que resolver la parte electrónica que incorporamos nosotros, porque en la cordillera no hay conectividad, la amplitud térmica es enorme, los dispositivos quedan a la intemperie, entonces fue un tiempo en el que fuimos probando distintas alternativas”.

Había que sembrar sensores a lo largo de los viñedos, que se conectaran entre sí y a un sistema, que estuvieran dotados de baterías y que todo, en conjunto, se bancaran el calor del verano, el rigor del invierno, el viento Zonda, el viento del sur, el polvo de la montaña. Había que resolver desde la energía en adelante, desde la necesidad de contar con baterías que duraran lo suficiente hasta el modo en que se capturaría la información que los ingenieros agrónomos y los enólogos necesitaran para, después de la cosecha, elaborar los vinos.

“Diseñamos la parte electrónica junto a Salentein y Doña Paula. Comprendimos el tema de la gestión del agua, cómo integrarnos con la estación meteorológica y, así, fuimos ubicando los sensores para captura, transporte y almacenamiento de datos que, ahora sí, pasaban a AWS”, agregó Poza. Así se armó el repositorio de datos.

Los agrónomos y los enólogos definieron qué medir, desde la traspolación de agua hasta el consumo, la correlación con la humedad para saber cuándo regar. Se trataba de automatizar lo que sabían los profesionales y que realizaban de manera manual. Armaron los algoritmos para correlacionar esas variables.

La huella hídrica

Se dieron cuenta que MetZoo les podía servir para mucho más que para elaborar excelentes vinos. Podían hacer la trazabilidad del cultivo y seguir la huella hídrica, un aspecto que, por ejemplo, miran con atención los europeos, a la hora de importar vinos de otros lugares del planeta. Al demostrar la huella hídrica es posible subir el valor de esos productos. De hecho, en la bodega Doña Paula pasaron de consumir 7 litros de agua por cada kilo de uva producido a 3,5 litros por la misma cantidad, tal como se cuenta en este video.

La implementación de la solución permitió incrementar el rendimiento de los lotes gracias al uso inteligente del agua. Esos “índices verdes” se convirtieron en un plus de la solución. En otras palabras, Metzoo permitió abordar dos frentes: por un lado, la cuestión operativa a partir de una mejor gestión de los viñedos; por el otro, la cuestión comercial que, producto de ese manejo inteligente, abrió otras oportunidades a partir de la trazabilidad y la huella hídrica.

El aprendizaje realizado en Mendoza con la industria vitivinícola generó que, ahora, desde el Valle del Pedernal, en San Juan, estén pidiendo por una solución similar, con los mismos objetivos de mejor manejo del cultivo de la uva. Para ello, habrá que hacer el mismo proceso que en el Valle de Uco: caminar junto a los profesionales para entender las nuevas necesidades porque los suelos de esa zona vitivinícola son distintos, como también la radiación solar, la disponibilidad del agua y el efecto de los vientos, entre otros aspectos.

Brindis por la tecnología para agregar valor

Toda esta “adaptación” que Edrans realizó en relación al sector vitivinícola, la principal economía regional de la Argentina luego de la que genera la Pampa Húmeda, ya acumulaba antecedentes. Junto a Cervecería y Maltería Quilmes tienen la gestión de cuatro campas de malta en donde, al revés que en la industria del vino, deben medir la humedad, el proceso hídrico, para prevenir el exceso de agua. Trabajan también con San Miguel, con Arcor, al que se implementó una solución en una plantación de azúcar, y a Auravant, la plataforma de agricultura digital, le gestionan la solución en la nube, como partners de AWS.

Así como es posible trazar la huella hídrica de la elaboración de vinos y hacer valer esa producción sustentable en los mercados internacionales, también es posible conocer, con esta solución, el nivel de proteínas de un grano, de un cereal, y lograr el mismo efecto: que suba su valor.

“Los modelos de machine learning son entrenados para, por ejemplo, entender si hay proteínas, y eso nos permite avanzar en ese nivel de certeza que se buscan de cara a los modelos de economía circular y triple impacto”, agregó Poza.

Ahí radica el valor de la tecnología aplicada. Al contar con los datos crudos, se obtiene información relevante para el negocio. En el caso de las bodegas, los agrónomos y enólogos pueden tener mapeada la finca por lote. Hacen click en cada una de ellas y saben cuánta uvan tienen, el nivel de stress en que se encuentran, el comportamiento del agua; información que, además, permite conformar escenarios futuros. Como la información está en la nube de Amazon los especialistas pueden acceder a ella desde cualquier dispositivo, desde cualquier lugar y tomar decisiones.

Smart agro aplicado a la industria vitivinícola, en definitiva. Los resultados obtenidos por Edrans con su solución MetZoo en el sector del agro en su máxima expresión le valieron haber obtenido el premio como mejor solución de Internet de las Cosas (IoT) en 2019. A brindar entonces por las tecnologías que permiten producir de manera más sustentable y con mayores niveles de calidad.

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Soy licenciada en Comunicación Social, egresada de la Universidad Nacional de Cuyo. Estoy especializada en telecomunicaciones, tecnología y economía digital. Mis conocimientos sobre la industria vitivinícola vienen por defecto. En la secundaria me hacía machetes en Braille.